domingo, 3 de octubre de 2010

Unos locos muy cuerdos


Si hubiera muerto antes de ver “Alguien voló sobre el nido del cuco”, jamás habría podido descansar en paz.
No sólo la trama me parece brillantemente controvertida, sino que toda la paleta de espléndidos intérpretes y deliciosa música con la que Milos Forman ha trabajado, consigue crear una de las mejores obras maestras que el séptimo arte nos ha regalado. ¡Y vaya regalo!
Un excéntrico y bárbaro tocapelotas llamado Randle McMurphy, nada menos que un violador sin remedio, llega un día a un centro psiquiátrico y lo revoluciona todo. Ese hombre consigue hacernos reír y llorar con una facilidad inimaginable, nos obliga a levantarnos y a luchar, nos llena de vida.
Por no hablar del elenco de secundarios locos que lo siguen donde haga falta, cada uno de ellos más inmejorable que el anterior. ¡Qué interpretaciones, señores, qué interpretaciones! Y ¡qué escenas!
No me cansaría de alabar una y otra vez este increíble drama que te llega a lo más profundo del alma y se queda ahí, latente, invitándote a reflexionar sobre dónde se encuentra el límite de la cordura.

Por supuesto, le doy un diez.

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