domingo, 30 de enero de 2011

Cuento de buenas noches


«No recuerdo ni una palabra, pero aquel tono de voz, sentado al borde de mi cama, sigue siendo mi cuento favorito.»

Álvaro Chico Gómez.

Ganador del primer premio del III Concurso de Microrrelatos organizado por la Universidad de Salamanca, en la sección de textos escritos por autores hispanohablantes de la USAL.

Antihorario

La bandada de pañuelos de seda que despegaron desde la Plaza Mayor, tiñó el cielo de color sepia y nos transportó a un tiempo pasado. Aún así, no logramos retroceder lo suficiente.

viernes, 21 de enero de 2011

Todos lo dicen

De la película Everyone says I love you, dirigida por Woody Allen:



Una de las mejores escenas del cine que he visto.

jueves, 20 de enero de 2011

Cada uno da lo que recibe

«Las cosas que perdemos siempre acaban viniendo a nosotros, si bien no siempre de la manera que esperamos...»

lunes, 17 de enero de 2011

¿Acaso no nos lo seguimos imaginando?

La neblina envolviendo las calles de la ciudad y dotándole de una apariencia ciertamente fantasmagórica, me recordó el día en que ella me dijo: no nos engañemos, todos imaginábamos que esto iba a ser como perderse por las calles llenas de niebla sin saber qué bohemio desconocido nos acompañaría cada noche. Y, caminando sola por la gran avenida, me fue imposible disimular la sonrisa.

viernes, 14 de enero de 2011

She's come back



¡Cuánto la había echado de menos!

miércoles, 12 de enero de 2011

El ascenso

Había algo de solemne en todo aquello. Algo en el ánimo de la gente que subía por aquella escalera infinita labrada en la montaña.
Parecían negarse a comprender que los peldaños no conducían a ninguna parte.

Resplandor

Solía preguntarse si alguna vez y sin saberlo no habría servido de inspiración para un músico al componer una melodía. Quizás el boom del momento o aquella balada tan desoladoramente hermosa que sonaba en la radio el día que se decidió a romper con la rutina. O tal vez, sin quererlo, había actuado de musa para un utópico pintor que había hallado en su hipnotizadora silueta, un día en el mercado, el numen que lo había llevado a crear aquel maravilloso lienzo. Acaso la aparente rima fácil del soneto que recitaba el profesor en clase la había fomentado el fascinante vaivén de sus caderas, que habían encandilado al poeta un día que se cruzó con ella en el paseo bajo los álamos.
No dejaba de preguntárselo una y otra vez, últimamente más convencida de que cada una de las mujeres que conocía encarnaba a una particular y enigmática fille aux cheveux de lin.


miércoles, 5 de enero de 2011

Ojos secos

Acaso el ocaso de un encuentro caducado, de miradas ulceradas, de olor a podrido, de insectos en la oficina, de humedad en el tejado, de sabores amargos, de inocencia corrompida, de pieles marchitas, de un suspiro infinito.
Tal vez, nosotros.