domingo, 26 de agosto de 2012

Saudade

Ninguna de las definiciones que había leído hasta la fecha de la palabra saudade había logrado convencerme.
Entendía el concepto, sí, comprendía su significado, pero el hecho de que se intentara explicar ese sentimiento tan complejo a base de pesadas palabras y de cuadriculados monemas, sólo conseguía empobrecerlo por completo, anularlo.
Porque, ¿cómo puede uno asimilar que exista ese pesar tan profundo del alma ante definiciones tales como "soledad, nostalgia, añoranza"? ¿Cómo puede nadie definir una sensación tan pura de una forma tan estricta? Creo que hay palabras que no debieran nunca ser explicadas, solamente vividas.

Hace pocos días me topé con la auténtica manera de vivir la saudade, casi diría que la única.

Es esta:


jueves, 16 de agosto de 2012

Porvenir

Te llaman porvenir
porque no vienes nunca.
Te llaman: porvenir,
y esperan que tú llegues
como un animal manso
a comer en su mano.
Pero tú permaneces
más allá de las horas,
agazapado no se sabe dónde.

¡Mañana! Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre.

Ángel González, de A todo amor (1997)