lunes, 30 de agosto de 2010

Sobre la cotidianidad

Al frente, un montón de chinas con dioptrías se hacen fotos. A mi lado, tres mujeres hablan a voces sobre la diferencia entre "playa" y "plaza"; posteriormente, a la discusión se une un hombre. Un par de heavies cruzan la plaza en monopatín.
Y yo estoy allí, sentada, estática, como una mera espectadora de la realidad, fuera de la escena en la que se desarrollan dichos sucesos.

En ese instante pienso que no deja de sorprenderme la cantidad de circunstancias tan diversas que nos rodean día a día y que pasan desapercibidas para nosotros -los movimientos de la gente al caminar, el tacto de un brazo que choca contra el nuestro en una calle, el perfume de esa mujer parada frente a un escaparate, los colores de la ropa de los viandantes, el nuevo corte de pelo del guaperas de turno que llega tarde a su cita, el nerviosismo que se hace patente en la cara de un anciano que va camino del hospital-, sin ni siquiera llegar a formar parte de nuestros recuerdos.
Si prestásemos verdadera atención a todo eso, sería una experiencia tan abrumadora para los sentidos como agotadora, y eso me produce lástima. ¡La de sensaciones que dejamos pasar sin darnos cuenta debido a la subdesarrollada capacidad del cerebro que nos limita y nos ata!
Lo peor de todo es que no podemos hacer nada para remediarlo, y eso resulta verdaderamente frustrante.

Momentos después, aparece la persona a la que estoy esperando. Me levanto, saludo y yo también me uno al espectáculo.

sábado, 28 de agosto de 2010

Elle est perdue

Curioso nombre el de la llamada Garganta Perdida puesto que, al asomarme, no vislumbré garganta alguna.

jueves, 26 de agosto de 2010

Zzzz

Cada vez estoy más convencida de que dormir sólo sirve para perder el tiempo.

Anécdotas clásicas

Afrodita tuvo amantes mortales e inmortales. Cuando rechazó a Hermes, Zeus envió su águila para que le arrebatara la sandalia y se la llevara a Hermes, que no se la devolvió hasta conseguir someterla a su deseo. De ambos nació el hermoso joven Hermafrodito, de quien se prendó la náyade Salmacis cuando el muchacho se bañaba en un manantial. Tal fue la violencia de su deseo que, mientras se amaban, Salmacis se apretó a él con tanta fuerza que sus cuerpos se fundieron en uno solo.
Por eso el arte representa a Hermafrodito como una mujer con genitales masculinos.


Extracto del libro Mitología Griega. Autor: David Bellingham.


Hermafrodito rechaza a Salmacis, por Edward Burne-Jones.


Hermafrodito, Museo del Louvre.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Otro hombre errante

Me pregunto dónde pasará la noche el señor al que me he cruzado más de una vez por la Calle de los Quesos a eso de las once y media de la noche.
La verdad es que no me asusta encontrármelo, ni siquiera cuando voy sola. Es más, su semblante pensativo, él siempre cabizbajo, me transmite paz, en cierto modo.

Confesión

Realmente, detesto los disonantes sonidos que reverberan con una fuerza atronadora en las cuerdas vocales de las gargantas de personas que conforman una sociedad que no cesa de corromper la paz de espíritu, los escasos momentos reflexivos con los que contamos y los pensamientos verdaderamente fructíferos que de ellos logramos exprimir.

Sobre los paseos de madrugada

Quizás, al principio, el propósito de aquellos paseos había sido el de hallar a alguien concreto, pero conforme se habían ido sucediendo las noches, ¿acaso no era a mí misma a quien estaba tratando de encontrar?

martes, 24 de agosto de 2010

Hannah y sus hermanas

- Esta mañana yo era tan feliz, ¿sabes? Y ahora… no sé, no sé qué me ha pasado.
- Esta mañana estabas hecho una mierda: habíamos bajado en los sondeos, los patrocinadores estaban furiosos…
- No, yo era feliz pero no me daba cuenta de que lo era.

domingo, 22 de agosto de 2010

Paseos de madrugada VI

Me siento a descansar un rato. Craso error: una pareja me mira, mejor dicho, me taladra con sus dos pares de pupilas. "Siento interrumpir, chicos", pienso, y al son del "A La La La La Long" me levanto y les dejo intimidad. Cadena 100 nunca me decepciona.
Figuras blancas se ocultan en la noche. Me acuerdo de Pan, sonrío y vuelvo a casa.

Pura estética

- ¡Últimamente te veo más guapa!
- Será cosa del desengaño.

A la luz eléctrica

De repente, esperanza: un secreto jardín que se ocultaba en lo alto de la muralla me evocó el olor de A Midsummer Night's Dream.

sábado, 21 de agosto de 2010

Perturbada realidad

A menudo es más potente la fuerza con la que te golpea un recuerdo que cualquier acontecimiento presente.

viernes, 20 de agosto de 2010

jueves, 19 de agosto de 2010

Corazón blaugrana

A sus catorce años, ella tenía más que claro a qué quería dedicar toda su vida. Era impresionante.
Me confesó que yo era la primera persona a la que le confiaba su mayor sueño y, extrañada, le pregunté por qué no se lo había contado a nadie antes. Una seriedad hasta entonces desconocida, que no encajaba con aquellos suaves rasgos todavía algo infantiles, nubló su rostro y contestó con aplastante determinación:

- Porque nadie me va a creer. Todos dirán que son cosas de niñas, que eso es lo que pienso ahora, pero que seguramente luego cambiaré de opinión. Y yo sé que no, fíjate, lo sé desde hace años.

No se lo pregunté, pero me llenó de un orgullo inconmensurable el deducir que, en esos pocos días, ella debía haber visto algo que había conseguido que tuviera la certeza de que yo sí la creería. Y así era.

Cruzamos una mirada, los ojos brillantes. Después, dormimos.

Semejantes, idos

Y cada vez que ella me dice eso de "sois tan diferentes...", yo pienso que quizás no lo somos tanto. Pero no se lo digo, sólo sonrío y cambio de tema.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Amanece

Era tan tarde que ya era temprano.

martes, 17 de agosto de 2010

Desamor

Creo que él ya no la quiere. Creo que se ha acostumbrado a su presencia en la casa, a dormir junto a ella cada noche y a hacer conque hacen el amor en ciertas ocasiones, cada vez menos.
Se ha dado cuenta de que lleva compartiendo casi veinticinco años de su vida con una superficial y completa desconocida.

De robles y leyendas

Se decía por el pueblo que, milenios atrás, un par de enamorados, al comprobar que sus progenitores no aceptaban la relación, habían huido de casa y que, presos del temor a ser descubiertos, pidieron ayuda a los dioses.

Éstos, extrañamente conmovidos por su trágica historia, los convirtieron en robles para que nunca se separasen, ligando así sus raíces.

Durante la transformación, su desolación era tan grande que comenzaron a derramar gruesas lágrimas y éstas se marcaron en su tronco. Decían que ése era el origen de las grietas de las cortezas de todos los árboles del mundo en cuyo tronco aparecen.

Desde entonces, muchas parejas que escondían su amor por motivos diversos venían aquí, dejando una última pista de su paradero para desaparecer después sin dejar rastro.

Tuve la suerte de toparme con una de esas pistas: asomaba entre la maleza el vehículo que había abandonado una pareja de fugitivos que huía desde Toledo.
Le pregunté a mi abuela cómo evolucionaba el caso; la policía no había vuelto a saber nada de ellos desde entonces.

Han pasado tres años.

El escaño


En aquel lugar yo no me concebía como un ente aislado, sino que era capaz de reconocerme como parte del Mundo.
El ser humano y la Naturaleza no estábamos desligados, como yo así lo percibía la mayoría de las ocasiones, sino que esa barrera había desaparecido, se había disuelto a medida que mis pasos se habían ido adentrando en la montaña.
Aquél era un magnífico lugar de reflexión. Tenía la virtud de no hacerte sentir un forastero, sino que te permitía fundirte con el paisaje: todo a tu alrededor formaba parte de ti, eras tú. Asimismo, tú eras parte de todo.

Era una sensación realmente asombrosa.

Artificio artificioso


Y allí estaba, inarmónica como siempre, la mano del hombre, estropeando con su horrible huella aquel increíble paraje.

lunes, 9 de agosto de 2010

El balcón y la dama

La mujer a la que siempre observaba asomada al balcón de su casa durante mis largos paseos nocturnos se me asemejaba a una Julieta en espera de su amado.
Aunque prefería imaginar que, en lugar de al amante -por razones de contemporaneidad-, estaba esperando algo parecido a lo que llaman casualidad, una cosa en apariencia insignificante, férreamente convencida de que en algún momento ese suceso cambiaría su rutina y hasta su vida, para lo que resultaba indispensable que se encontrase allí cada noche.
O puede ser que ese balcón simbolizase su particular locus amoenus, un lugar en el que planteaba sus dudas existenciales, reflexionaba hasta la madrugada, lograba atisbar una ínfima porción de sí misma -para perderla al día siguiente- y encontraba un poco de paz.

Quizás, simplemente, hacía calor dentro de casa.

Azuloscurocasinegro

Azuloscurocasinegro es un estado de ánimo, un futuro incierto, un color que, dependiendo bajo qué prisma se mire, cambia.

martes, 3 de agosto de 2010

De mudanza

Las consecuencias de una mudanza pueden ser varias.

La primera y principal es la sensación de que se va a comenzar una nueva vida, a la vez que se aposenta en el fondo del estómago la terrible convicción de no volver a ver esas paredes que han resguardado todos los sueños, esperanzas y experiencias que brindó el primer año de universidad.
También está la pregunta que no para de bombardear la cabeza de uno cada vez que vacía un cajón sobre la cama: "¿pero de dónde ha salido todo esto?" con sus consecuentes propósitos "no vuelvo" para el siguiente curso: "no me vuelvo a comprar tonterías", "no vuelvo a guardar tickets de copas gratis", "no vuelvo a guardar los botones de la ropa de Stradivarius", "no vuelvo a coger apuntes inservibles y luego guardarlos si no los pienso estudiar"...

Sin embargo, en mi caso, además de sentir todas esas cosas, me dio por pensar en Pío Baroja.

domingo, 1 de agosto de 2010

Tonight



Esta noche, Cadena 100 me ha traido este regalo. No me equivoco si afirmo que ha sido uno de los mejores del verano. Prácticamente he regresado a casa bailando.

El forastero

Esta tarde, de repente, me acordé de cómo aquel día el sol le iluminaba la cara como hasta entonces no lo había hecho, y de cómo a mí me parecía estar contemplando a una de las criaturas más hermosas del mundo.

Recuerdo la ropa que llevaba y cómo olía.