domingo, 18 de julio de 2010

Paseos de madrugada IV


Tenía miedo de permanecer demasiado tiempo en aquel lugar por si terminaba perdiendo su magia. Eso era algo que no podía permitir, así que cerré los ojos e inspiré con fuerza en la noche.

Después, dejé que mis pies me llevaran a casa.

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