Y allí estábamos las tres, hablando sin parar en la calle a eso de las dos de la mañana de un lunes que, en principio, no iba a tener nada de especial.
Fue un encuentro fortuito que me alegró el día.
lunes, 26 de julio de 2010
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Guau, y requeteguau :D
ResponderEliminarNada de "guau", ¡es la pura verdad!
ResponderEliminarA ver cuándo se repite, aunque no sea por casualidad, que tenemos mucho de qué hablar.