Hace poco, oía explicar a una profesora lo devastadora que fue la epidemia de Peste en todo el mundo. Se refería a la que apareció en el siglo XIV y hablaba de que probablemente había sido una de las pandemias más letales que había asolado el planeta.
Comentando las medidas preventivas que se llevaron a cabo en los diferentes lugares del globo, me llamó la atención el remedio que la Sorbona aseguraba, sería el mejor contra la enfermedad: huir pronto y lejos, y regresar tarde.
Aunque la asignatura se impartió en el primer cuatrimestre y ya echamos el candado al temario, aún hoy no se me olvida esa prescripción, y muchas veces me pregunto: ¿acaso no es ése un buen remedio para casi todo?
miércoles, 2 de marzo de 2011
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